domingo, 7 de septiembre de 2014

Lágrimas de Luna

Había estado escuchando caer la lluvia en su ventana durante todo el día, desde que apenas había empezado a amanecer aquella misma mañana. La miraba cuando en verdad no veía nada, pues mantenía la mirada perdida hacía el horizonte. Llegó la noche y con un rápido pensamiento llegó a ese lugar, un pequeño estanque donde pasaba tantas horas. El cielo estaba ya despejado, sin ningún rastro de aquellas nubes, parecía que la tormenta había limpiado todo excepto su propia alma.
Miró a la Luna, la que se reflejó en sus pupilas unos segundos hasta que se escondió en unas lágrimas que volvían a recorrer su cara sin ninguna prisa, cayendo una tras otra. 
Se sentó en su orilla, viendo como la noche se hacía más presente tras cada segundo que pasaba, parpadeó un par de veces mientras se limpiaba esas gotas de sus ojos que caían desde hacía demasiado. Se llevó la mano hacía su cuello, se quitó ese collar que le caía sobre su camiseta y lo lanzó lejos, a lo más hondo. No querría verlo. No querría sentirlo sobre ella. Pero a pesar de ir completamente vestida, se sentía desnuda sin ese pequeño complemento de su cuello cerrado junto a su nuca, justo por encima del final de su negro cabello. Volvió a mirar una vez más esa Luna que brillaba sin nada que le hiciera sombra allá arriba, en el cielo, en aquel mar negro, la cual se reflejaba en sus ilusos ojos. Empezó a caminar hacía la parte más honda, sin dejar ni un solo segundo de caminar, dispuesta a encontrar su propia libertad, de una manera o de otra...
Sueño de Luna